Me quedé mirando a Pablo e intenté controlar mi reacción a lo que acababa de decirme. No... Es Pablo, Pablo Alborán, imposible. No, ni aunque pasen mil años... Aunque, tengo que tener en cuenta que ahora no estamos en ningun concierto, ni en ninguna firma de discos y que Pablo no se va de copas con cada fan que se cruza.
-Pablo, no me dejes con la intriga...-le dije medio en broma, medio en serio.-
-Bah, dejalo, es una cosa sin importancia...
Lo dejé pasar, pues sabía que el insistir no me iba a servir de nada. En ese momento, me acordé de un pequeño detalle. Pablo no sabía mi edad y, visto lo visto, supongo que el pensaba que yo tenía 18, o más. Intenté tantear un poco el terreno, ya que no quería soltarselo derrepente.
-Esto... Pablo, ¿no crees que podríamos aprovechar y conocernos un poco mejor?
-Pues no es mala idea, princesa, porque hace muy poquito que nos conocemos y no sabemos nada el uno del otro.
-Bueno, creo que yo sé más de ti que tu de mi, jajajajajaja.
-Sí, tienes razón.-Pablo empezó a reirse conmigo. Puede que tuviera que hacerme ilusiones, sí.
-Bueno, a ver, vamos a empezar a hacernos 10 preguntas a cada uno por turnos. Empieza tú.
-Mmm, a ver... Hablame de tu familia.
-Pues mira, en mi casa vivimos mis padres, mis 2 hermanos, mis 2 perritos y yo. Mi hermano Dani tiene 7 años y mi hermana Ana tiene tu edad.
-Vaya, que familia tan completa. Y hablando de edades, ¿tú que edad tienes?
Había llegado el momento, un poco pronto para mi gusto, quizás, pero tenia que decirselo.
-Tengo 17 años, cumplo 18 en 3 meses... ¿Te importa que sea menor de edad?
Pablo calló por unos instantes, pero me sonrío.
-No, en absoluto, total, ¿que son 3 meses?
-Uf, Pablo, estaba super preocupada por lo que podrías decirme, pero ahora me dejas mucho más tranquila. Bueno, continua con las preguntas.
Pablo y yo hicimos nuestras rondas de preguntas y nos divertimos mucho. Nos hicimos algunas fotos con mi móvil y a lo tonto nos dieron las 7 de la mañana allí, en la playa.
-Oye, Pablo, será mejor que nos vayamos a otro sitio porque dentro de poco va a empezar a llegar gente a la playa.
-Tienes razón, ven que te voy a llevar a un sitio.
Pablo me vendó los ojos con su pañuelo y me cogió en brazos. Andamos durante unos 10 minutos y finalmente Pablo me soltó.
-¿Estas lista?
-Por supuesto.
Pablo me destapó los ojos y ví que estabamos en un parque, un parque precioso. Había unos lagos y muchas flores.
-Pablo, este sitio es precioso.
-Lo sé. De pequeño venía aquí mucho y me prometí a mi mismo que algún día vendría aquí con una chica especial, tan especial como tú.
Pablo y yo nos quedamos mirandonos a los ojos. En sus ojos podía ver reflejado un sentimiento muy profundo, puro y sincero. Podía ver el amor.
Nos sentamos en un banco y nos quedamos abrazados.
-María, quiero hablar contigo. Verás, llevamos juntos menos de 24 horas pero, desde que te ví por primera vez, dentro de mí se ha despertado algo que llevaba mucho tiempo sin sentir, algo que me ha hecho ver las cosas de una manera distinta. Creo... creo que me he enamorado de ti. Te parecerá extraño, me lo parece incluso a mi. Yo siempre he sido muy reacio a eso del amor a primera vista pero contigo está siendo diferente. Me he enamorado muchas veces, pero ninguna de las chicas a las que me he encontrado en la vida han hecho que me sienta como me siento cuando te tengo cerca. Eres preciosa, eres justo lo que llevo buscando durante mucho tiempo y ahora que lo he encontrado no quiero perderlo. Por favor, dime que tú sientes lo mismo.
Pablo me miró a los ojos con una dulzura indescriptible. Yo estaba llorando como una magdalena.
-Pues claro que te digo que sí, como no. Pablo, en toda mi vida nadie me ha tratado con tanto amor como tú lo haces. Quiero que estemos así para siempre. Yo tambien sé que esto es muy precipitado, incluso roza la locura, pero cuando las cosas estan así de claras, ¿para qué más tiempo? Te quiero Pablo, te quiero como a nadie he querido nunca. Y no creas que es un amor de una fan hacia la persona que admira. Esto es amor del bueno, del que permanece en el tiempo.
Pablo tambien estaba emocionado. Se acercó a mi y me besó. Nos besamos. Nuestro primer beso. Amor a primera vista. Un beso puro, sincero, dulce, tierno... El mejor beso que jamás pudo existir. Permanecimos un par de minutos besandonos y después nos acurrucamos juntos en el banco.
-Pablo, eres único. Te quiero en mi vida para siempre. Te amo.
-Gracias por esta noche junto a ti. Eres la mejor. Te quiero.
Pasaron un par de horas más entre besos, abrazos y risas. Nunca pensé que iba a encontrar a nadie así y mucho menos que fuera a ser la persona culpable de mis sonrisas, la que con su música y sus letras había formado una parte de mí misma que yo no conocía, mi parte más sensible.
-Es tarde, Pablo, tendría que irme a casa. ¿Queda esto muy lejos de los apartamentos?
-Mmm, no están lejos, pero creo que no sabrías llegar allí facilmente. Mejor te acompaño.
Empezamos a andar. Pablo me rodeaba la cintura con su brazo y de vez en cuando me daba besos en la cabeza. Llegamos allí en un cuarto de hora.
-¿Prometes que me llamarás luego?
-No te lo prometo. Te lo juro, princesa.
-Luego hablamos mi vida. Te quiero.
-Adios cariño, te amo.
Subí a casa. Todavía dormian todos.Entré en mi cuarto y me tumbé en la cama. Empecé a pensar en lo que había pasado en el último día. Dios, es maravilloso, ni en las mejores películas de amor había visto nada igual. Cogí mi móvil y ví algunos mensajes de Whatsapp. Eran de Marta y de Alba, mi mejor amiga. Empecé a ver los de Marta:
Marta Gómez: Pequeñaaaaa! Como ha ido la noche??
Yo: Cielooo(: De maravilla, ya te contaré!
Marta Gómez: Oyé, te quieres venir ahora a mi casa? Mis padres no estan...
Yo: Voy para allá!!
Cogí otra vez todo y salí de casa. Nadie se había percatado de mi presencia. Monté en el ascensor y abrí el Whatsapp de Alba.
Albita: Mira, la que me iba a llamar.. Grrr!!
Yo: Jajajajaja lo sientoooo amor, juro que esta tarde te llamo, te tengo que contar mil cosas.
Albita: Más te vale, porque sino te retiro la palabra... jajajajajajaja hablamos luego tesoro, tequiero!
Salí a la calle y me dirigí a la parada de bus más cercana. La casa de Marta no estaba tan lejos, pero estaba demasiado cansada para ir andando. Me senté en la parada y esperé 4 minutos, justo lo que tardo en llegar el autobús. Al poco de sentarme, me vibró el móvil. Mensaje de Whatsapp.
Pablo Moreno: Te estoy echando de menos mi princesa!!
Yo: Y yo a ti, no sabes cuanto. Esta tarde nos veremos sí o sí, verdad?
Pablo Moreno: Voy a hacer todo lo posible, porque tengo un par de entrevistas, ya te aviso.
Yo: Vale cielo, luego hablamos que estoy llegando a casa de una amiga. Te quieroooo<3
Pablo Moreno: Adios princesa, descansa un poquito, eh?:) Te amo!
Llegué a casa de Marta y llamé. Marta me abrió y subí por las escaleras, pues vivía en un primero. Marta me abrió la puerta.
-¡Cariño! Anda, pasa, tú como en tu casa.
-Gracias cielo. ¿Preparada para que te cuente todo?
-Preparadísima. Empieza.
-Sientate, porque te puede dar algo...
Blog del club de fans oficial de Pablo Alborán en Córdoba, España.
domingo, 29 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
Capítulo 2: Los minutos parecen segundos si estoy contigo.
Pablo y yo empezamos a andar a través del paseo marítimo. En ese mismo momento, hubiera deseado que alguien me pellizcara, pues esto que me estaba pasando no podía ser otra cosa que un sueño
-Bueno, me has dicho que ahora estás en un apartamento con tu familia, pero ¿de donde eres?
-Soy de Córdoba, aunque de pequeña viví 3 años aquí en Málaga.
-Mmm, pues durante esta gira quiero pasarme por Córdoba, pero todavía no hay una fecha confirmada. En cuanto se sepa cuando, no dudes que serás la primera en saberlo.-diciendo esto, Pablo me guiñó un ojo. Ni que decir tiene que eso me derritió.
-¿En-en-en serio? ¡¡¡Ay, Pablo, mil gracias!!!
-No las tienes que dar, es lo menos que puedo hacer por ti.
Con Pablo, el tiempo pasaba de forma que los minutos parecían segundos. Cuando nos quisimos dar cuenta, eran ya las 14:30.
-Uy, Pablo, que tarde es. Lo siento, tengo que salir pitando, le dije a mi madre que para esta hora ya estaría en el apartamento.
-No pasa nada, tranquila.-me dijo Pablo sonriente- Toma, aquí tienes mi movil.-Pablo me extendió una pequeña tarjetita de color azul claro. En esta venía su nombre completo y un número de móvil.-Podríamos hablar por Whatsapp.
-Muchas gracias. Espera, que te doy yo tambien el mio. Esto... Yo no tengo tarjetas, así que te lo tendré que apuntar en la mano.
Me saque un bolígrafo del bolsillo y le apunte mi nombre y mi móvil en la mano izquierda.
-Ya está. En cuanto llegue a casa, guardo tu número en el móvil.
-Igualmente. Espero volver a verte pronto, María.
Dicho esto, nos dimos 2 besos y yo salí casi corriendo en dirección de los apartamentos. Cuando llegué, mi familia me estaba esperando con cara de pocos amigos.
-¿A ti te parece que estas son horas de llegar?-me dijeron mis padres al unísono.
-Lo siento, es que me entretuve mirando puestecitos y se me fue el santo al cielo.
-Bueno, venga, date prisa. Sube a los perros y baja rápido.
Entré y cogí el ascensor. Sí, les había mentido a mis padres pero, ¿se hubieran creido acaso la verdad? Deje a Louis y Jake metidos en mi habitación, con cuencos de pienso y agua y salí otra vez.
Comimos en una freiduría cercana a la playa. La comida pasó rapida, al menos para mí; supongo que sería porque solo podía pensar en lo que habia pasado hace una hora. Cuando llegamos al apartamento me encerré en mi cuarto y cogí el móvil y la tarjeta de Pablo. Guardé rápidamente el número pero no puse "Pablo Alborán", sino "Pablo Moreno". No solo por si alguien me cogía el móvil, tambien lo hize porque, si Pablo y yo ibamos a ser "amigos", no quería que él me tratara a mí como a una fan ni yo a él como mi cantante favorito. Mientras pensaba esto, me sonó un pitido en el móvil. Era un mensaje de Whatsapp.
Pablo Moreno: Hola princesaaa!
Yo: Hola guapo:)
Pablo Moreno: Te ha caido bronca por llegar tarde?
Yo: Bueno... lo típico! Pero no te preocupes, jajajaja, es normal..
Pablo Moreno: Ajajajajaja
Pablo Moreno: Oye, tienes planes para esta tarde-noche??
Yo: Pues esta tarde no sé, porque quizás quede con unas amigas, pero la noche la tengo libre!!
Yo: Ahora te aviso acerca de esta tarde!
Pablo Moreno: Ok. Es que tengo ganas de verte:)
Yo: Aish, yo a ti tambien:)
Yo: Voy a llamar a mis amigas a preguntarles que hacemos esta tarde, ahora te aviso!
Llamé a Lola y a Marta, y quedamos en vernos dentro de media hora. Abrí otra vez el Whatsapp.
Yo: Hemos quedado en vernos dentro de media hora, asi que, si quieres, para las 8 y media nos vemos.
Pablo Moreno: Me parece genial!!! Donde quedamos?
Yo: mmm.. te parece bien en la heladería que hay en el paseo marítimo?? hemos pasado esta mañana por allí.
Pablo Moreno: Si, sé donde es. De acuerdo, pues a las 8 y media en la heladería, no?
Yo: Sí!! Bueno, voy a arreglarme, hasta las 8 y media! Besitos<3
Pablo Moreno: Adios preciosa, un beso!
Deje el móvil encima de la mesilla de noche y me zambullí en el armario. Quería ponerme guapa, pero tampoco mucho, no era más que una quedada de amigos, ¿no?
Al final decidí ponerme unos shorts vaqueros claros y una camiseta de la bandera de Estados Unidos que dejaba a la vista mi hombro derecho. Me peine el pelo y me maquillé ligeramente. Volví a mi habitación y me puse unas manoletinas rojas. Preparé el bolso: Llaves, móvil, dinero, auriculares...
¡Mierda! Ya era casi la hora. Salí de casa, pero antes le dije a mi madre los planes que tenía para esta tarde... Bueno, todos no. No le mencioné la parte de Pablo.
Cuando llegué, ya estaban todas. Lola, Marta, Laura, Elena, Silvia, Raquel, Rocío y Miriam. Despues de año y medio, volvíamos a vernos Las 9 Mosqueteras -nuestro grupo se llamaba así-. Cuando me vieron todas se me echaron encima y nos fundimos en un gran abrazo. Pasamos la tarde contandonos nuestras vidas, recordando viejos tiempos y haciendo el ganso. Eran las 20:15 cuando me llevé a Marta a un rincón más apartado de donde estabamos.
-Marta, ¿tú me puedes hacer un favor?
-Por supuesto, lo que tú me pidas.
-Verás, es que esta noche he quedado con... un chico. ¿A ti te importaría llamar a mi madre ahora y decirle que me quedo en tu casa a dormir?
-Jajajajajajaja, vale, vale. Uy, que malota se ha vuelto aquí mi Maria, no te recordaba yo así. Anda, dame el número, que la llamo.
Le dí el número a Marta, y oí la conversación con mi madre: "Hola, Lourdes, soy Marta, la amiga de María. Sí, estoy aquí con ella. No, no, es que te quería preguntar una cosa. Sí. Oye, se puede quedar María esta noche a dormir a mi casa. Tranquila, por el pijama no te preocupes, yo le dejo uno, porfiiiiiii. ¿Si? Muchas gracias, un besito. Adioooooos."
-Ea, pues solucionado tu problema. Corre, que ese chico misterioso te estará esperando
-¡¡Ay, Martita, eres la mejor!!-le dije mientras la abrazaba.
Me despedí de todas, no sin antes prometerles volver a quedar otro día con ellas antes de irme y salí corriendo hacia la heladeria. Conforme iba llegando, andaba más despacio. Me paré delante del escaparate de una tienda para adecentarme cuando oí una voz a mis espaldas.
-No te arregles más, que ya estas guapísima...
Me dí la vuelta y ví a Pablo mirandome, con una sonrisa que le ocupaba toda la cara. Estaba especialmente guapo. Le sonreí y me acerque para darle dos besos.
-Hola Pablo, ¿llevas mucho esperando?
-No, tranquila, acabo de llegar. Bueno, ¿que planes tenemos para esta noche?
-Pues los que tu quieras, porque tengo libre hasta mañana por la mañana...
-¿No piensas dormir en tu apartamento?
-No, ni en el apartamento ni en ningún sitio. Más te vale estar descansado, porque esta noche tu y yo quemamos Málaga.-Sonreí a Pablo con sonrisa pícara y él me miró con incredulidad.
Primero fuimos a la zona del centro de Málaga. Había mucho ambiente y, la verdad, no me extraña. Conforme ibamos llegando, me arrepentía de estar allí, pues pensaba que no ibamos a poder estar tranquilos si alguien reconocía a Pablo, pero me equivoqué. Nadie, absolutamente nadie reconoció a Pablo, y eso que ahora solo llevaba una gorra beige. Empezamos a entrar en diferentes pub's, discotecas, bares... Despues de habernos tomado 2 ron-cola, 1 mojito, 3 cervezas y 4 chupitos, eran las 2 de la mañana. Ambos estabamos un poco... "achispados". Al final, terminamos sentados en la arena de la playa, oyendo el ruido de las olas y viendo los faros de los barcos cercanos a la orilla.
-Pablo, ¿te has dado cuenta de lo rápido que pasan las cosas? Esta mañana, vine a Málaga, con pensamientos de pasar un puente con mis amigas y mi familia. Unas horas después, el destino hizo que nos chocaramos. Despues me distes tu móvil, quedamos y nos fuimos de copas. Y aquí estamos ahora, tumbados en la arena de la playa, en plena madrugada. De un dia para otro has pasado de ser la persona a la que más admiro a mi compañero de noche.
-Sí, la verdad es que ha sido muy bonito este día. Nunca imaginé que en tan poco tiempo pudiera crear un vínculo de confianza con una persona así de rápido. En serio, desde que te ví en el paseo marítimo me pareciste muy especial, no sé, me resultas diferente al resto y... Bueno, supongo que serán tonterias mías, dejalo.
Esas palabras de Pablo me dejaron en shock, completamente K.O. No me quise hacer ninguna ilusión, ni tampoco quería pensar cosas... raras, pero ¿que no me había dicho Pablo? Obviamente, yo no tenía ni idea de lo que me esperaba, ni de como iban a transcurrir las cosas en los 4 días que me quedaban en Málaga. 4 días que darían un vuelco a mi vida y tambien a mi corazón.
-Bueno, me has dicho que ahora estás en un apartamento con tu familia, pero ¿de donde eres?
-Soy de Córdoba, aunque de pequeña viví 3 años aquí en Málaga.
-Mmm, pues durante esta gira quiero pasarme por Córdoba, pero todavía no hay una fecha confirmada. En cuanto se sepa cuando, no dudes que serás la primera en saberlo.-diciendo esto, Pablo me guiñó un ojo. Ni que decir tiene que eso me derritió.
-¿En-en-en serio? ¡¡¡Ay, Pablo, mil gracias!!!
-No las tienes que dar, es lo menos que puedo hacer por ti.
Con Pablo, el tiempo pasaba de forma que los minutos parecían segundos. Cuando nos quisimos dar cuenta, eran ya las 14:30.
-Uy, Pablo, que tarde es. Lo siento, tengo que salir pitando, le dije a mi madre que para esta hora ya estaría en el apartamento.
-No pasa nada, tranquila.-me dijo Pablo sonriente- Toma, aquí tienes mi movil.-Pablo me extendió una pequeña tarjetita de color azul claro. En esta venía su nombre completo y un número de móvil.-Podríamos hablar por Whatsapp.
-Muchas gracias. Espera, que te doy yo tambien el mio. Esto... Yo no tengo tarjetas, así que te lo tendré que apuntar en la mano.
Me saque un bolígrafo del bolsillo y le apunte mi nombre y mi móvil en la mano izquierda.
-Ya está. En cuanto llegue a casa, guardo tu número en el móvil.
-Igualmente. Espero volver a verte pronto, María.
Dicho esto, nos dimos 2 besos y yo salí casi corriendo en dirección de los apartamentos. Cuando llegué, mi familia me estaba esperando con cara de pocos amigos.
-¿A ti te parece que estas son horas de llegar?-me dijeron mis padres al unísono.
-Lo siento, es que me entretuve mirando puestecitos y se me fue el santo al cielo.
-Bueno, venga, date prisa. Sube a los perros y baja rápido.
Entré y cogí el ascensor. Sí, les había mentido a mis padres pero, ¿se hubieran creido acaso la verdad? Deje a Louis y Jake metidos en mi habitación, con cuencos de pienso y agua y salí otra vez.
Comimos en una freiduría cercana a la playa. La comida pasó rapida, al menos para mí; supongo que sería porque solo podía pensar en lo que habia pasado hace una hora. Cuando llegamos al apartamento me encerré en mi cuarto y cogí el móvil y la tarjeta de Pablo. Guardé rápidamente el número pero no puse "Pablo Alborán", sino "Pablo Moreno". No solo por si alguien me cogía el móvil, tambien lo hize porque, si Pablo y yo ibamos a ser "amigos", no quería que él me tratara a mí como a una fan ni yo a él como mi cantante favorito. Mientras pensaba esto, me sonó un pitido en el móvil. Era un mensaje de Whatsapp.
Pablo Moreno: Hola princesaaa!
Yo: Hola guapo:)
Pablo Moreno: Te ha caido bronca por llegar tarde?
Yo: Bueno... lo típico! Pero no te preocupes, jajajaja, es normal..
Pablo Moreno: Ajajajajaja
Pablo Moreno: Oye, tienes planes para esta tarde-noche??
Yo: Pues esta tarde no sé, porque quizás quede con unas amigas, pero la noche la tengo libre!!
Yo: Ahora te aviso acerca de esta tarde!
Pablo Moreno: Ok. Es que tengo ganas de verte:)
Yo: Aish, yo a ti tambien:)
Yo: Voy a llamar a mis amigas a preguntarles que hacemos esta tarde, ahora te aviso!
Llamé a Lola y a Marta, y quedamos en vernos dentro de media hora. Abrí otra vez el Whatsapp.
Yo: Hemos quedado en vernos dentro de media hora, asi que, si quieres, para las 8 y media nos vemos.
Pablo Moreno: Me parece genial!!! Donde quedamos?
Yo: mmm.. te parece bien en la heladería que hay en el paseo marítimo?? hemos pasado esta mañana por allí.
Pablo Moreno: Si, sé donde es. De acuerdo, pues a las 8 y media en la heladería, no?
Yo: Sí!! Bueno, voy a arreglarme, hasta las 8 y media! Besitos<3
Pablo Moreno: Adios preciosa, un beso!
Deje el móvil encima de la mesilla de noche y me zambullí en el armario. Quería ponerme guapa, pero tampoco mucho, no era más que una quedada de amigos, ¿no?
Al final decidí ponerme unos shorts vaqueros claros y una camiseta de la bandera de Estados Unidos que dejaba a la vista mi hombro derecho. Me peine el pelo y me maquillé ligeramente. Volví a mi habitación y me puse unas manoletinas rojas. Preparé el bolso: Llaves, móvil, dinero, auriculares...
¡Mierda! Ya era casi la hora. Salí de casa, pero antes le dije a mi madre los planes que tenía para esta tarde... Bueno, todos no. No le mencioné la parte de Pablo.
Cuando llegué, ya estaban todas. Lola, Marta, Laura, Elena, Silvia, Raquel, Rocío y Miriam. Despues de año y medio, volvíamos a vernos Las 9 Mosqueteras -nuestro grupo se llamaba así-. Cuando me vieron todas se me echaron encima y nos fundimos en un gran abrazo. Pasamos la tarde contandonos nuestras vidas, recordando viejos tiempos y haciendo el ganso. Eran las 20:15 cuando me llevé a Marta a un rincón más apartado de donde estabamos.
-Marta, ¿tú me puedes hacer un favor?
-Por supuesto, lo que tú me pidas.
-Verás, es que esta noche he quedado con... un chico. ¿A ti te importaría llamar a mi madre ahora y decirle que me quedo en tu casa a dormir?
-Jajajajajajaja, vale, vale. Uy, que malota se ha vuelto aquí mi Maria, no te recordaba yo así. Anda, dame el número, que la llamo.
Le dí el número a Marta, y oí la conversación con mi madre: "Hola, Lourdes, soy Marta, la amiga de María. Sí, estoy aquí con ella. No, no, es que te quería preguntar una cosa. Sí. Oye, se puede quedar María esta noche a dormir a mi casa. Tranquila, por el pijama no te preocupes, yo le dejo uno, porfiiiiiii. ¿Si? Muchas gracias, un besito. Adioooooos."
-Ea, pues solucionado tu problema. Corre, que ese chico misterioso te estará esperando
-¡¡Ay, Martita, eres la mejor!!-le dije mientras la abrazaba.
Me despedí de todas, no sin antes prometerles volver a quedar otro día con ellas antes de irme y salí corriendo hacia la heladeria. Conforme iba llegando, andaba más despacio. Me paré delante del escaparate de una tienda para adecentarme cuando oí una voz a mis espaldas.
-No te arregles más, que ya estas guapísima...
Me dí la vuelta y ví a Pablo mirandome, con una sonrisa que le ocupaba toda la cara. Estaba especialmente guapo. Le sonreí y me acerque para darle dos besos.
-Hola Pablo, ¿llevas mucho esperando?
-No, tranquila, acabo de llegar. Bueno, ¿que planes tenemos para esta noche?
-Pues los que tu quieras, porque tengo libre hasta mañana por la mañana...
-¿No piensas dormir en tu apartamento?
-No, ni en el apartamento ni en ningún sitio. Más te vale estar descansado, porque esta noche tu y yo quemamos Málaga.-Sonreí a Pablo con sonrisa pícara y él me miró con incredulidad.
Primero fuimos a la zona del centro de Málaga. Había mucho ambiente y, la verdad, no me extraña. Conforme ibamos llegando, me arrepentía de estar allí, pues pensaba que no ibamos a poder estar tranquilos si alguien reconocía a Pablo, pero me equivoqué. Nadie, absolutamente nadie reconoció a Pablo, y eso que ahora solo llevaba una gorra beige. Empezamos a entrar en diferentes pub's, discotecas, bares... Despues de habernos tomado 2 ron-cola, 1 mojito, 3 cervezas y 4 chupitos, eran las 2 de la mañana. Ambos estabamos un poco... "achispados". Al final, terminamos sentados en la arena de la playa, oyendo el ruido de las olas y viendo los faros de los barcos cercanos a la orilla.
-Pablo, ¿te has dado cuenta de lo rápido que pasan las cosas? Esta mañana, vine a Málaga, con pensamientos de pasar un puente con mis amigas y mi familia. Unas horas después, el destino hizo que nos chocaramos. Despues me distes tu móvil, quedamos y nos fuimos de copas. Y aquí estamos ahora, tumbados en la arena de la playa, en plena madrugada. De un dia para otro has pasado de ser la persona a la que más admiro a mi compañero de noche.
-Sí, la verdad es que ha sido muy bonito este día. Nunca imaginé que en tan poco tiempo pudiera crear un vínculo de confianza con una persona así de rápido. En serio, desde que te ví en el paseo marítimo me pareciste muy especial, no sé, me resultas diferente al resto y... Bueno, supongo que serán tonterias mías, dejalo.
Esas palabras de Pablo me dejaron en shock, completamente K.O. No me quise hacer ninguna ilusión, ni tampoco quería pensar cosas... raras, pero ¿que no me había dicho Pablo? Obviamente, yo no tenía ni idea de lo que me esperaba, ni de como iban a transcurrir las cosas en los 4 días que me quedaban en Málaga. 4 días que darían un vuelco a mi vida y tambien a mi corazón.
domingo, 22 de abril de 2012
Capítulo 1: Todo comenzó una bonita mañana de Febrero...
No me lo podía creer. ¡¡Estaba de puente!! Sí, el puente del Día de Andalucía... ¡Que ganas tenía de que llegara! Llevabamos desde principios de año planeando lo que ibamos a hacer estos días; irnos a Málaga, a disfrutar del buen tiempo que hacía.
Eran las 5:30H de la mañana, ni siquiera era de día pero teníamos que salir ya con el coche si no queríamos pillar atascos. Pese a ser muy temprano, no tenía ni pizca de sueño. Ya estabamos listos, solo quedaba meter un par de bolsos en el maletero. Cogí mi mochila, metí los bolsos y la caja de transportar animales donde iban mis perritos, Louis y Jake, en el maletero y subí a mi hermano Dani en el coche. Mi hermana Ana y yo nos montamos en la parte más trasera del coche, ya que este tiene 7 plazas, y esperamos a que nuestros padres subieran. Cuando ya habíamos salido a la autovía, abrí la mochila y saque mi reproducctor de CDs y los auriculares. Le dí al "Play" y empezaron a sonar los primeros acordes de Desencuentro, una de mis canciones favoritas. Miré por la ventana y sonreí.
Al cabo de unas 2 horas, ya estabamos en el parking de los apartamentos. Nos bajamos todos, y empezamos a subir maletas. Eran las 8, así que mi madre preparó el desayuno. Desayunamos todos juntos en familia, y una vez terminados, empezamos a deshacer todas las maletas. A las 10: 30 ya estaba todo ordenado.
Me asomé al balcón del salón y pude ver el paseo marítimo. Se veían los puestecillos de pulseras, los chiringuitos, la gente paseando...
-Mamá, voy a salir a pasear a los perros por el paseo marítimo. Estaré de vuelta para la hora de comer.
-Vale, María. Cuando estes llegando llamamé y nos esperas abajo, que vamos a ir a comer fuera.
Cogí las llaves y el móvil mientras mi madre me decía eso.
-De acuerdo, hasta luego.
Salí con los perros y me encaminé hacia el paseo marítimo. Me puse los auriculares y empecé a escuchar el acústico de Pablo muy bajito, como de fondo. Era increible, no había cambiado nada en un año y medio que hacía que no iba a Málaga. Todavía seguían ahí todos los recuerdos de mi infancia, esos días de playa con mi familia, mis amigas... Anda, haría bien en llamar a Lola y Marta, dos de mis amigas aquí en Málaga. Me saqué el movil del bolsillo y me dispuse a llamarlas. Estaba concentrada buscando sus números cuando de repente un chico que hacía footing se chocó contra mí. Eso hizo que tanto el móvil como el reproductor de CDs se me cayeran al suelo y el CD salió disparado.
-Uy, lo siento, no estaba atenta.-le dije al chico mientras entre los 2 recogíamos las cosas.
-No te preocupes, yo tampoco iba mirando por donde iba.
La voz del chico me sono familiar. Muy, muy familiar. Levante la vista y flipé.
-Oh, dios mío, no puede ser cierto.
El chico llevaba una gorra negra que ocultaba su pelo rubio ceniza y unas gafas de sol oscuras que tapaban sus preciosos ojos marrones.
-Eres... Pablo Alborán.-dije atropelladamente y entre susurros debido al nerviosismo.
Pablo se echó a reir, aquelló me mató.
-Sí, encantado.-acabó de darme las cosas que se habían caido y me tendió una mano para que me levantará.- ¿Y tu eres...?
-Me llamo María, mucho gusto.-le sonreí. No podía creermelo, acaba de conocer a mi ídolo.
-Siento mucho el estropicio, María, te juro que no era mi intención...
-Jajajajaja, ni te preocupes.-le contesté mientras verificaba que el CD no se hubiera rayado.- Lo peor que podía haber pasado sería que hubieras estropeado tu propio CD.
-Anda, si tenemos por aquí a una alboranista... Si te llego a estropear el CD, me muero.
-Jajajajajaja, no será para tanto. Bueno, y como tú por aquí, ¿no estás de conciertos?
-Mmmm, que va, me he cogido estos días de descanso, aprovechando el puente, para venir a mi tierra. ¿Y tú?
-Más o menos lo mismo, aprovechando que ahora no hay clases me he venido a un apartamento que tengo aquí con mi familia.
-Que bien, osea que podré verte otro día, ¿no?
Al oir esas palabras, mi corazón dio un vuelco. Pablo Alborán, mi querido Pablo Alborán quería verme otro día.
-Por supuesto, si tú quieres...
-Estupendo. Oye, te apetece que demos una vuelta ahora.
-Me encantaría, Pablo.
Guardé todas las cosas en el bolso y agarré bien a los perros. Pablo me sonrió y comenzamos a andar...
Eran las 5:30H de la mañana, ni siquiera era de día pero teníamos que salir ya con el coche si no queríamos pillar atascos. Pese a ser muy temprano, no tenía ni pizca de sueño. Ya estabamos listos, solo quedaba meter un par de bolsos en el maletero. Cogí mi mochila, metí los bolsos y la caja de transportar animales donde iban mis perritos, Louis y Jake, en el maletero y subí a mi hermano Dani en el coche. Mi hermana Ana y yo nos montamos en la parte más trasera del coche, ya que este tiene 7 plazas, y esperamos a que nuestros padres subieran. Cuando ya habíamos salido a la autovía, abrí la mochila y saque mi reproducctor de CDs y los auriculares. Le dí al "Play" y empezaron a sonar los primeros acordes de Desencuentro, una de mis canciones favoritas. Miré por la ventana y sonreí.
Al cabo de unas 2 horas, ya estabamos en el parking de los apartamentos. Nos bajamos todos, y empezamos a subir maletas. Eran las 8, así que mi madre preparó el desayuno. Desayunamos todos juntos en familia, y una vez terminados, empezamos a deshacer todas las maletas. A las 10: 30 ya estaba todo ordenado.
Me asomé al balcón del salón y pude ver el paseo marítimo. Se veían los puestecillos de pulseras, los chiringuitos, la gente paseando...
-Mamá, voy a salir a pasear a los perros por el paseo marítimo. Estaré de vuelta para la hora de comer.
-Vale, María. Cuando estes llegando llamamé y nos esperas abajo, que vamos a ir a comer fuera.
Cogí las llaves y el móvil mientras mi madre me decía eso.
-De acuerdo, hasta luego.
Salí con los perros y me encaminé hacia el paseo marítimo. Me puse los auriculares y empecé a escuchar el acústico de Pablo muy bajito, como de fondo. Era increible, no había cambiado nada en un año y medio que hacía que no iba a Málaga. Todavía seguían ahí todos los recuerdos de mi infancia, esos días de playa con mi familia, mis amigas... Anda, haría bien en llamar a Lola y Marta, dos de mis amigas aquí en Málaga. Me saqué el movil del bolsillo y me dispuse a llamarlas. Estaba concentrada buscando sus números cuando de repente un chico que hacía footing se chocó contra mí. Eso hizo que tanto el móvil como el reproductor de CDs se me cayeran al suelo y el CD salió disparado.
-Uy, lo siento, no estaba atenta.-le dije al chico mientras entre los 2 recogíamos las cosas.
-No te preocupes, yo tampoco iba mirando por donde iba.
La voz del chico me sono familiar. Muy, muy familiar. Levante la vista y flipé.
-Oh, dios mío, no puede ser cierto.
El chico llevaba una gorra negra que ocultaba su pelo rubio ceniza y unas gafas de sol oscuras que tapaban sus preciosos ojos marrones.
-Eres... Pablo Alborán.-dije atropelladamente y entre susurros debido al nerviosismo.
Pablo se echó a reir, aquelló me mató.
-Sí, encantado.-acabó de darme las cosas que se habían caido y me tendió una mano para que me levantará.- ¿Y tu eres...?
-Me llamo María, mucho gusto.-le sonreí. No podía creermelo, acaba de conocer a mi ídolo.
-Siento mucho el estropicio, María, te juro que no era mi intención...
-Jajajajaja, ni te preocupes.-le contesté mientras verificaba que el CD no se hubiera rayado.- Lo peor que podía haber pasado sería que hubieras estropeado tu propio CD.
-Anda, si tenemos por aquí a una alboranista... Si te llego a estropear el CD, me muero.
-Jajajajajaja, no será para tanto. Bueno, y como tú por aquí, ¿no estás de conciertos?
-Mmmm, que va, me he cogido estos días de descanso, aprovechando el puente, para venir a mi tierra. ¿Y tú?
-Más o menos lo mismo, aprovechando que ahora no hay clases me he venido a un apartamento que tengo aquí con mi familia.
-Que bien, osea que podré verte otro día, ¿no?
Al oir esas palabras, mi corazón dio un vuelco. Pablo Alborán, mi querido Pablo Alborán quería verme otro día.
-Por supuesto, si tú quieres...
-Estupendo. Oye, te apetece que demos una vuelta ahora.
-Me encantaría, Pablo.
Guardé todas las cosas en el bolso y agarré bien a los perros. Pablo me sonrió y comenzamos a andar...
Introducción
Para empezar, me presento. Me llamo María, tengo 17 años (cumplo los 18 en 3 meses) y vivo en la ciudad de Córdoba. Vivo con mis padres, mi hermano pequeño, Dani, mi hermana mayor, Ana y con 2 perritos, Louis y Jake.
Soy rubia, de ojos marrones, mido 1,75 y mis amigos dicen que soy muy alegre y divertida.
Me encanta escuchar musica, asi que paso el 99% de mi tiempo con los auriculares puestos.
Amo a Pablo Alborán sobre todas las cosas, y mi mayor sueño sería conocerlo en persona.
Mi mejor amiga se llama Alba, y va a tener mucho que ver en esta historia, ya que sin ella la mayoría de cosas que van a suceder no serían posibles.
Espero que os diviertan mis capítulos y que noteis los sentimientos que voy a reflejar en cada una de mis aventuras.
¡Nos vemos!
Soy rubia, de ojos marrones, mido 1,75 y mis amigos dicen que soy muy alegre y divertida.
Me encanta escuchar musica, asi que paso el 99% de mi tiempo con los auriculares puestos.
Amo a Pablo Alborán sobre todas las cosas, y mi mayor sueño sería conocerlo en persona.
Mi mejor amiga se llama Alba, y va a tener mucho que ver en esta historia, ya que sin ella la mayoría de cosas que van a suceder no serían posibles.
Espero que os diviertan mis capítulos y que noteis los sentimientos que voy a reflejar en cada una de mis aventuras.
¡Nos vemos!
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