viernes, 4 de mayo de 2012

Capítulo 5: Cuando el mundo se va a la mierda, lo hace a lo grande.

Durante toda la noche, no pude quitar ese pensamiento de mi cabeza. Pablo me amaba, me lo había demostrado. Después de besarnos, estuvimos sentados en la playa los 3, Pablo, la guitarra y yo. Él toco pequeños fragmentos de algunas canciones: Solamente tú, Te he echado de menos, Caramelo... Sinceramente, cada minuto que pasaba con Pablo superaba el anterior.
Todavía estaba durmiendo, pero algo me zarandeó e hizo que me despertara.
-¡¡¡María!!! Despierta, por dios, despierta.
-Emm... ¿Ana? Ana, que son las 9 de la mañana, ¿que quieres?
-Mira esto, que te vas a morir.
Me dio una revista que traía entre las manos y al ver la portada deseé que me tragara la tierra. ¿El titular? "PABLO ALBORÁN SE BESA CON UNA CHICA DESCONOCIDA EN UNA PLAYA MALAGUEÑA" y al lado una foto de nuestro beso ayer en la playa. Esto no me podía estar pasando a mí.
-Pe-pe-pero... ¿como es posible? No puede ser verdad, dime que no...
-Pues como en esta revista, en todas las que hay en el kiosko.
-¿Quien nos pudo echar esa foto? Si estabamos solos en la playa...
-No sé, lo único que sé es que tú, ahora mismo, estas exenta de responsabilidades, pero Pablo está metido en un lío gordo. Pronto sabran tu identidad, sabrán que edad tienes y Pablo... podría hasta ir a la cárcel.

Las palabras de mi hermana se me clavaron en el alma, desgarrandomela y haciendola pedazos. Pablo... en la cárcel. Por dios, pero si solo nos llevabamos 5 años...

-¿Papá y Mamá saben algo?
-No, pero no creas que van a tardar mucho en averiguarlo.
-Me quiero morir... Tengo que hablar con Pablo.

Encendí el móvil, y estaba que ardía. Marta y Alba me habían petado el Whatsapp, supongo que ya había visto una revista. Pablo tambien me había hablado.

Pablo Moreno: ¿Has visto la prensa?
Yo: Sí...
Pablo Moreno: Pf, en que lio nos hemos metido...
Yo: Pablo, lo siento mucho
Pablo Moreno: Mi niña, tú no tienes por qué sentirlo, no ha sido culpa de ninguno de los 2
Pablo Moreno: Además, tarde o temprano, esto iba a pasar.
Yo: Ya, pero... nosé, me siento responsable de ello.
Pablo Moreno: Tranquilizate, a ver, lo mejor será que hoy no nos veamos. Van a estar controlando todos mis movimientos, por si me vuelven a pillar contigo.
Yo: Tienes razón. Te voy a echar mucho de menos... Ya sabes que me voy mañana.
Pablo Moreno: Sí, hoy me apetecía estar contigo más que nunca, pero las cosas se han torcido.
Yo: Ya... Parece que cuando el mundo se va a la mierda, se va a lo grande.
Pablo Moreno: Jajajajaja, anda mi niña, hablamos luego, te amo!
Yo: Adios tesoro, te quiero + que a nada.

Contesté los Whatsapp's de Marta y Alba, las dos me hablaban de las revistas, y yo no tenía muchas ganas de comentar el tema, así que puse una excusa mala y apagué el móvil. En ese momento llegaron mis padres con mi hermano Dani, que venian de dar un paseo. Esperé que no hubieran visto nada.

-Anda cielo, vete con tu hermana Ana, que nosotros vamos a hablar con María.-le dijo mi madre a Dani. Me temí lo peor.
-¿De que quereis hablar conmigo?
-¿Nos puedes explicar que es esto?-me dijo mi padre, enseñandome varias revistas.
-Yo...-No fui capaz de decir nada, simplemente porque no sabía que decir.
-Ya te puedes ir a hacer la maleta, nos vamos YA.
-No, papá, no me puedes hacer esto, papá es solo un beso, es mi vida, dejame en paz.
-Te recuerdo que tienes 17 años, que todavía tienes que hacer lo que a mí me de la gana.
-¿Así que es por eso? Venga, que solo me quedan 3 meses para cumplir los 18 años.
-Pues dentro de 3 meses te vas con él, si es que todavía se acuerda de ti.

Esa fue la gota que colmó el vaso. ¿Cómo se atrevía a decirme eso? ¿Acaso él conocía a Pablo?

-Pues claro que se va a acordar de mí. Él me ama, más que a nada, igual que yo a él. Y ni tú ni nadie nos vais a impedir estar juntos.
-Vete a hacer la maleta, no te lo vuelvo a repetir.

Sabía que era imposible, y que si seguía insistiendo me acabaría llevando un guantazo. Me encerré en mi habitacíon, llorando. Volví a encender el móvil.

Yo: Pablo, no sabes lo que ha pasado. Mis padres se han enterado. Me vuelvo a Córdoba antes del mediodía...
Pablo Moreno: ¿QUE? No puede ser... No nos vamos a poder despedir... Pf.
Yo: Pablo, te amo, te voy a echar muchísimo de menos. Prometeme que si te pasas por Córdoba vas a ir a verme. Adios, espero verte pronto. Te quiero!
Pablo Moreno: Pero mi vida, no puedes irte así, espera.

No dejé a Pablo despedirse, ya que apagué el móvil. Me estaba matando el haberle tratado así, pero era lo único que podía hacer, sería mucho más complicado para los 2 haberlo hecho de otra forma.
Empecé a guardar todas las cosas sin poder dejar de llorar. Era muy fuerte, lo mucho que podían cambiar las cosas en tan poco tiempo.
Mi madre entró en mi habitación.

-Cielo, quiero hablar contigo.
-¿Qué? ¿Tú tambien vienes a decirme cosas que no son verdad?
-No, escuchamé. Tienes que entendernos, nos preocupamos por ti y no queremos que ese tal Pablo te haga daño. Él tiene una vida de locos, está de aquí para allá día sí y día tambien. Tú así no vas a ser feliz, entiendelo.
-Pero vosotros no me habeis entendido a mí. No teneis ni idea de como es Pablo, ni del modo en que me quiere. Os pensais que alejandome de él me vais a hacer feliz y lo que estais consiguiendo es todo lo contrario.
-Lo siento cielo, con el tiempo nos darás la razón. Acaba de hacer la maleta, que nos vamos.

Era imposible que mi madre hablara en serio. Terminé de empaquetar todo, y salí con todas las maletas. Estaba todo recogido, me iba de Málaga y quien sabe cuando podría volver. Bajamos al parking y lo guardamos todo. Salimos a la calle y ví a una persona apoyada al lado de la verja de salida de los coches. No podía ser él. Pablo. Con una gorra negra y unas gafas oscuras. Pasamos a su lado, pero mis padres no se percataron de que era él. Pablo se quitó las gafas. Duró una décima de segundo, pero nos miramos y nos lo dijimos todo. Era una mirada de amor, una mirada de "Te voy a echar de menos", una mirada de despedida. Pude ver caer las lágrimas de los ojos de Pablo. Deseaba parar el coche, bajar y abrazarle, pero no podía ser. Adios Pablo, adios.
Abrí Twitter desde el móvil. Tenía que hacer algo para que Pablo supiera mi Twitter y pudieramos comunicarnos. Empecé a twittear como una loca.

@MariaL_Alborán: Adios a la tierra de @pabloalboran prometo volver pronto!! Aquí dejo una fotito en la playa.

Puse una de las fotos que Pablo y yo nos hicimos la primera noche que estuvimos juntos, pero en esta salía yo sola. Seguí tuiteando.

@MariaL_Alboran: No llores por mí, pues sabes que pronto nos veremos...
@MariaL_Alboran: A veces las cosas son difíciles, pero el amor verdadero todo lo puede.

Cerré Twitter y me dormí. Muchas emociones juntas, y el día solo acababa de comenzar.

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